viernes, 26 de diciembre de 2008

_eL besO, de roDin!_*

No sé cómo se me había podido pasar, pero hoy me puse a pensar, y 'El beso' de Rodin, no estaba entre mis actus...
Así que había que remediarlo!
El beso es una obra de Auguste Rodin, un escultor francés contemporáneo a la corriente Impresionista.
Este escultor fue nombrado 'el primer moderno'.

Aquello que hizo saltar a la fama a Auguste fue una acusación sobre su escultura La edad de bronce, de la cual se dijo que, en lugar de estar confeccionada a partir de una arcilla hecha por el artista, como se hace en el método de vaciado en bronce que empleaba Rodin, estaba sacada directamente del cuerpo del modelo, debido a su perfección.
Sin embargo, contando con la ayuda de personas influyentes como Edgar Degas, salió de la disputa victorioso, y no sólo apartó la deshonra que conllevaba esta acusación, sino que consiguió una fama que lo puso inmediatamente entre los artistas más importantes de París.

Después de esto, el artista dividió sus obras en dos categorías, la primera la denominó "alimentaria", la escultura decorativa de la que vivía, y la segunda es más popular y transgresora y
es conocida como su obra pura y trascendente en la historia del arte occidental.

La técnica de este artista es el vaciado. El escultor elaboraba estas piezas en yeso, material que utilizaba para criticar la escultura en mármol, pretendiendo difundir la idea de que lo importante no es el material en sí, sino la idea que pretende transmitir.

La obra que analizamos hoy está representada también en otra obra de Rodin llamada Las puertas del Infierno, y el interés esencial se centra en los ángulos y puntos de vista de la escultura, que proporcionan nuevos detalles, como que por un lado parece que se estén besando y por la otra no.
El método que utilizaba Rodin para esto era llevar modelos desnudos a su taller, y hacerles girar y moverse para encontrar la postura que le inspirase.
Las características más importantes de esta escultura son la sensación de dinamismo, y de que la obra no es igual desde todos los ángulos, sino que es cambiante.

Antes de crear su versión en mármol, August produjo algunas menores en yeso, terracota y bronce.
Al principio fue llamada Francesca da Rimini, nombre de uno de los personajes del Infierno de Dante, pero más tarde los críticos de arte que vieron la escultura en 1887 sugirieron de título El beso.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

_eL naCimienTo de venuS,,!_*

Apurando los últimos dias antes de exámenes, habrá que actualizar más a menudo y volver a ponerse al día, que te lo dejas y no lo vuelves a coger xD
En fin, hoy Botticelli, que no había puesto ningún cuadro del Renacimiento todavía.
Está fechada entre 1445 y 1510, y hoy en día se encuentra en la galería de los Uffizi, en Florencia.


Pertenece al Renacimiento, una corriente que se dio entre los siglos XV y XVI.
Fruto de la difusión de las ideas humanistas, retomaba los principios de la cultura clásica. Simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de estancamiento causado por la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media.
Plantea una nueva forma de ver el mundo, e interesa al ser humano por las artes, las ciencias y la política.

El cuadro en sí no representa el nacimiento de Venus, sino su llegada a la playa en una concha, donde la reciben dioses alados con flores, como Céfiro, que es el dios del viento del Oeste,y Cloris o Flora, la ninfa de la brisa.
Estos dos, fuertemente abrazados simbolizan la unión de la materia y el espíritu.


En el centro se encuentra Venus, cubriendo con sus manos y melena sus partes íntimas, representando el erotismo y rasgos que estaba prohibido representar.
La postura curvilínea de Venus continúa perteneciendo al gótico, con un contrapposto en el que apoya el peso en la pierna izquierda, mientras el pie derecho está atrasado y ligeramente levantado, lo que nos recuerda a las esculturas helenísticas.

El rostro es propio de las vírgenes de Botticelli, jovial, de boca cerrada y ojos claros. Su expresión refleja melancolía, siendo impropia de la Antigüedad, y se asocia más bien a la expresión de una bondad de raigambre cristiana.

La piel del personaje principal es de color marfil, blanco con un ligero tono amarillento y matices, rosa, lo que no recuerda a piel, sin sugerir carne tibia y tierna, sino la superficie y la firmeza de una estatua.

Desde los tiempos de la Roma Clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y de tales dimensiones: el desnudo femenino, considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recuperó en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad.
Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual sino que, con su postura y sus facciones finas, se acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo. Venus sustituye a la Virgen, acercándose a los ideales de muchos artistas renacentistas.

El autor,
Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi, apodado Sandro Botticelli, nació en Florecia y estudió en esta misma escuela durante el Renacimiento, en la segunda mitad del Quattrocento.
En el taller de Fray Filippo Lippi en Prato, Bo
tticelli recibió sus mayores influencias, como la delicadeza expresiva en los rostros y los gestos, los detalles decorativos o el estilo íntimo.
Más tarde, en el taller de Andrea del Verrocchio, trabajó al lado de da Vinci.

Sus obras más remarcadas son tanto la que os muestro hoy como La primavera, o
Adoración de los Magos, que fue la obra que llamó la atención de los Médicis, quienes comenzaron a emplear su talento.

Además, participó en los frescos de la capilla Sixtina cuando el Papa Sixto IV llamó a varios artistas para participar.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

_Restaurante de la Machine a Bougival!_*

Continuando con mis corrientes favoritas por fin me decido a actualizar, y hoy tocaba el fauvismo, un estallido estético y sentimental

Este movimiento tiene rasgos del expresionismo, y lo caracteriza sobretodo el contraste de colores vivos, que muchas veces no se corresponden con la realidad (cromatismo antinatural).
La espontaneidad es un rasgo característico de esta corriente.
Este es el motivo por el cual me gusta tanto, ya que soy bastante colorista.
Con esto busca la fuerza expresiva del color, y sobre los demás destaca el verde. Utiliza solamente la línea y el color, sin definir sombras ni detalles, sin utilizar la perspectiva tradicional ni el claroscuro o los volúmenes.

No trata temas novedosos sino que trata los géneros de siempre, como el retrato, paisaje, naturalezas muertas o interiores de vivienda.

Su precedente fue, como no, Gauguin. Para este movimiento, lo importante es la expresión, no la composición ni el orden, por esto otro referente fue Van Gogh, con su trazo libre, subjetivo, impulsivo y pasional.
Como era de esperar, el fauvismo fue tachado de excéntrico, habiendo nacido con una base de protesta opuesta hacia el positivismo, al naturalismo y al impresionismo, por la importancia que estos le dieron a la luz a costa de la pérdida del color, siendo contemporáneo a este último.

Matisse es el padre del movimiento, sin embargo será Louis Vauxcelles quien bautizará la corriente como fauvismo, del francés "fauves", que significa fiera, por su agresividad cromática, de forma despectiva. Sin embargo, como pasó con otras corrientes, acabará siendo aceptado por los pintores y el público sin connotación peyorativa.

Los pintores fauvistas pensaban que podían transmitir sus sentimientos a través de los colores, pretenden la máxima expresividad con la máxima simplicidad de los elementos, y de este modo emplean una pincelada directa, gruesa, evitando mezclar y matizar los colores.

El autor de nuestro cuadro, Maurice de Vlaminck, proviene de una familia de músicos bohemios afincados en París, y en realidad su intención era ser ciclista, vocación que combinaba con dar clases de violín o escribir novelas eróticas.
Sin embargo una enfermedad lo alejará del ciclismo y lo acercará a la pintura.

El cuadro que os enseño hoy es de 1905, a óleo sobre lienzo, y se trata del pueblo de Bougival. Actualmente se encuentra en el museo Orsay de París.
El color y la pincelada recuerdan de algún modo a Van Gogh, más bien redondeada y de colores cálidos.


Inciso: esta es La Habitación roja, de Matisse. Pintado en 1907, es uno de los cuadros que conozco desde mi infancia y pertenece también al fauvismo, y es otro de mis preferidos. Como voy por movimientos, no iba a repetir el fauvismo, así que os lo dejo aquí, para los que tenéis curiosidad =)